Conociendo a I.D.E.a.
- Compañía I.D.E.a
- 6 may 2019
- 8 Min. de lectura
Después de varios días, presentando nuestra obra Sororidad, en distintos lugares de nuestro país, continuamos con nuestra sección, donde les hemos ido presentando a los miembros de la compañía.
Este mes conoceremos a nuestro querido Erick, el único hombre de una compañía formada principalmente por mujeres, y que ya lleva casi 4 años aportando con su danza en la compañía.
1. ¿A qué edad empezaste a bailar y qué partiste bailando?
Desde pequeño como a los 5 años, recuerdo que me gusta bailar. Sólo escuchaba la música y me movía. En cada fiesta familiar bailaba con mis tías y primos. Pero desde 5to básico, me integre a un taller de folclore, danza que me ha acompañado hasta el día de hoy.
2. ¿Cómo fue tu acercamiento con la danza?
Las danzas folclóricas destacan la vivencia de una cultura, sus historias y experiencias que van traspasando de una generación a otra, siendo dinámica y transformadoras.
Hoy en día es lo que más me acerca al folclore, pero cuando era niño, me asombraba la música, los vestuarios, los pasos y coreografías que dan cuenta de las danzas folclóricas, siendo mi mayor motivación por aprender y bailar. Sin embargo, en esta búsqueda por aprender y saber que la danza para mí es un constante aprendizaje y constancia, ya de adulto me atreví a indagar y profundizar la danza desde lo técnico e interpretativo, tomando clases de Académico, Contemporáneo, Moderno e improvisación escénica, para buscar la integralidad del bailarín.
Siempre he escuchado que un gran bailarín es capaz de bailar lo que sea, creo, que más que bailar lo que sea, es poder integrar tus experiencias, técnicas y emociones que logran ser plasmado por un cuerpo en movimiento, fluyendo en armonía con la música, llegando a la interpretación, ser capaz de expresar, dialogar, pensar y sobre todo sentir.
3. ¿Cuándo ingresaste a la compañía idea y por qué?
Ingrese en marzo del 2015, en búsqueda de conocer y aprender desde otra mirada la danza, si bien, muchos dicen que las danzas folclóricas no las consideran como tal, por no tener técnica y/o disciplina, yo considero todo lo contrario, requiere mucho trabajo, responsabilidad y dedicación. No obstante, quería experimentar nuevas formas de expresarme en la danza, encontrándome conmigo y saber de qué soy capaz de hacer, por tanto, que fuera un constante desafío.
Durante el 2014 realice la capacitación del Ballet Folclórico Nacional BAFONA, siendo aquella instancia, que me permitió tomar la decisión que necesitaba en mi vida, un acercamiento más directo a la danza.
En esa capacitación conocí a Alejandra Agurto (Jany), que fue integrante de la compañía. Al momento de hacernos amigos, le comento mi interés por la danza y realizando ella el contacto con la directora de la compañía I.D.E.a Beatriz Alcalde, y tras una entrevista, pude ingresar y ser parte de ésta, iniciando mi aventura en la danza no folclórica.
4. ¿Cómo fue tu primera experiencia como intérprete de idea?
En ese año (2015) se comenzó a realizar la obra “Hay que caminar, soñando” con música de Luigi Nono. Obra importante que daba a conocer la interrelación entre movimiento, música y silencio, siendo el desafío escuchar el silencio.
Este punto de inicio me dio un vuelco a todo lo que conocía antes, no solo porque era la primera vez que haría danza contemporánea, sino de poder entender una narrativa que jugaba con la imagen del espectador, con la sensación de empujar el sonido, escuchar realmente el silencio. Cada acción desencadenaba en mí una profunda reflexión sobre la decisión de la danza y mi vida, arriba de una silla, luego un trabajo en pareja, sosteniendo a otro. Realmente era un desafío, y cuando ya concretada su primera parte, su estreno fue en la Sala Arrau, Teatro Municipal de Santiago, lugar de grandes expresiones del arte, un lugar que jamás pensé estar. Siendo un gran momento, una gran experiencia. Para luego seguir avanzo en la segunda y tercera etapa de la obra, que se presentó en una temporada en el GAM y la Perrera Arte, enigmático espacio. Sintiéndome afortunado de vivir, con una obra todo ese gran proceso. Un viaje, lleno de esfuerzo, entendimiento, madurez con mis emociones, conexión de mi vida y la danza, yendo en una sola dirección. ¡Una gran primera vez!
5. ¿Qué dificultades has tenido en tu proceso en la danza y dentro de la compañía?
Las dificultades ya en un proceso de 3 años en la compañía van de la mano a poder sostener la integralidad de mi vida paralela a la danza, siendo principalmente mi profesión la Psicología. Si bien, al entrar a la compañía, había dejado mi trabajo de jornada completa, estuve caso 2 años sin trabajo estable, intentando compatibilizar los tiempos y distancias de la compañía y trabajos esporádicos. Pero el 2018, una vez que me estabilice laboralmente, siendo posible la continuidad en la compañía, fue el poder sostener ambos e interrelacionarlos a mi beneficio.
Hoy creo que ya está más estable y me desenvuelvo mejor en ambos ámbitos. Por otro lado, al interior de la danza, es que las demás personas que no conocen este “mundo” entiendan y respeten la importancia que tiene en mi vida, muchas veces he tenido que dejar momentos familiares, juntas de amigos, o apelar a la comprensión en mi lugar de trabajo para solicitar los permisos o cambios de horarios, para alguna presentación o gira.
Y dentro de la compañía, sigo con la misma convicción desde que entré, que es un espacio de aprendizaje, por tanto, me mantengo con la mente abierta y creativa a disposición de los procesos que se logran construir, si bien aún me cuesta entender las secuencias y pasos de la técnica académica, me planteo que es un desafío, encontrándome con mis frustraciones y pequeños logros. No obstante, la danza nunca se me ha presentado como una dificultad o un gran esfuerzo, por el contrario, me da energía, me motiva, resalta mis posibilidades de crear y expresar por medio de mi cuerpo y alma.
6. ¿Hay alguna coreografía que sea tu favorita del repertorio de la compañía idea? ¿Por qué?
He tenido la fortuna de estar en 4 procesos coreográficos “Hay que Caminar, Soñando” (2015-2016), “Memoria de los Cuerpos” (2016), “Tul, Textura Hipócrita” (2017) y “Sororidad” (2018), además del remontaje de la obra “El Trauco Picaro” (2016-2017), en donde cada proceso ha sido grandioso para mi desarrollo como interprete. Si bien, el poder conectar la cultura folclórica chiloense desde la mirada de la Compañía con la obra “El Trauco Picaro”, fue una gran experiencia que disfruto cada vez más, considero que la obra “Tul”, tuvo un gran impacto en mí, no sólo como bailarín sino como persona.
En cada composición daba cuenta de lo que es uno, sus capacidades y dificultades, de ser uno mismo, para luego encontrarse con un otro, formar pareja y llegar al grupo. Para mí fue un camino de vida, pasando por cada etapa, un espejo de lo que soy. Es por ello, que me marca significativamente, rompiendo barreras, miedos de enfrentar los procesos, dando paso a una conciencia presente de mis emociones y de un fluir más armónico para mí. Me tuve que enfrentar a muchos estados, en donde la atmósfera de la Perrera Arte, daba pie a que cada día de función fuera un mundo nuevo, un camino conocido pero indescifrable hasta el último momento.
7. ¿Qué se siente ser el único hombre en una compañía de puras mujeres? ¿Cómo es bailar con puras mujeres?
Al saber que la compañía era sólo de mujeres, no fue gran complicación, ya que, he compartido gran parte de mi vida y de buena manera con las mujeres, tanto en el colegio, área social, y claro en la vida personal. En el caso puntual con la compañía, siempre he estado agradecido del recibimiento que me han otorgado, teniendo presente el cuidado, respeto de los momentos de compartir un proceso creativo, entregando seguridad y confianza, dando cuenta que soy un compañero más, con la misma oportunidad e igualdad a la composición y convivir la danza. Hoy que nos encontramos presentando la obra “Sororidad”, me siento más comprometido con los procesos que defienden mis compañeras, para mí la igualdad de género y derechos ha estado presente en mi modo de pensar y actuar, realizando una propia reflexión de los temas de lo que hoy se quieren descifrar entre lo que es ser femenino, masculino, hombre, mujer, machismo, feminismo, fraternidad, sororidad.
Para mí, lo importante es poder estar en un lugar tranquilo, sin temor a ser agredido, violentado y reprimido.
Agradezco que en la compañía I.D.E.a, se plasme esta mirada desde un espacio en contaste relación con la realidad y contexto presente, contemporáneo del quehacer y expresión por medio de la danza y su libertad de acción.
La energía que entregan mis compañeras en cada proceso creativo siempre es asombrosa, es fuerte, directa y a ratos fluctuante, sutil, acogedora, apasionada, un fiel reflejo de lo que son y poder seguir logrando. Para mí es un gusto, y disfruto tener ese tipo de energía a mi alrededor y complementarme, no desde una imitación y homogeneidad, sino desde ser el contra punto, dos energías que chocan, se entrelazan, se funden y vuelven hacer uno por su lado, con propiedad e identidad.
8. ¿Qué otras cosas haces además de ser parte de idea? ¿Cómo compatibilizas tus tiempos y que te aporta en tu rol de intérprete?
Mencionado con anterioridad, soy psicólogo de profesión, trabajando actualmente en la Residencia para Familias en situación de calle, además, en una Comunidad Terapéutica como co-terapeuta, abordando en sesión los estados emocionales de los participantes por medio del lenguaje corporal.
En éste punto, se ha entrelazado lo vivido en la compañía y mis aprendizajes en danza. Aquellas herramientas de tomar conciencia del cuerpo, la respiración, conexión con la música, brindan un espacio y un estado que permite la exploración de sensaciones, emociones, un mirarse y generar contacto con otros. Pudiendo unificar mis dos mundos en uno solo.
Por otro lado, el poder compatibilizar los tiempos no es fácil, en la mañana Compañía y en la tarde en la residencia, y los días que no voy a la compañía estoy trabajando en la comunidad, pero como expuse en una pregunta, a veces tienes que modificar los horarios para presentaciones, ensayos extras, es así, como se vuelve un juego estratégico para compensar luego la jornada de trabajo.
Mi rol interpretativo constantemente ha ido de la mano con mi visión de las relaciones humanas, desde mis principios en psicología y mis experiencias sociales. Reflexionado desde los roles y características que se establecen en la cultura tradicional hasta mi persona por medio del movimiento de una clase de académico o contemporáneo o en los ensayos. En un principio era mirado desde lo racional analítico, hoy en día, desde lo emotivo reflexivo, brindándome madurez de valorar mis emociones, su expresión no solo desde la danza misma, sino en mi vida diaria.
9. ¿Qué significa para ti I.D.E.a.?
La compañía ha sido un nicho, en la cual he aprendido una forma de mirar la vida, de entender las relaciones humanas, de conocerme a mí mismo, en superación y desafíos. Es un gran lugar que me permite disfrutar de la danza, desde todos sus pliegues, de ser más responsable y decidido, tomando conciencia de cada proceso y vivirlo, indagar en mis emociones, para luego hacerlas presente en el movimiento, en mi cuerpo en mi alma. Por otro lado, valor la energía, fuerza y valentía de la mujer, de mis compañeras, que se mantienen firmes en su ideal de lucha por el arte de la danza, su constante creación, transformación y trascendencia. Dicho camino, acompañado y orientado por nuestra maestra Beatriz Alcalde.
10. ¿Qué significa para ti la danza?
Para mí la danza lo es todo, la veo en todas partes, desde un grupo que camina en la calle o ver niños jugando, incluso en los animales, en una bandada de aves, la encuentro en todo contacto humano, consciente o inconscientemente, disfrutando de cada movimiento que pueden hacer, con intensión e inquietud, comprendiendo que todos podemos hacer danza, que nadie queda ajeno a este maravilloso arte, que sólo nos entrega las posibilidades de sentir la vida.
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