Conociendo a I.D.E.a.

Hemos vuelto de nuestras vacaciones, y para partir este nuevo año de creación y danza, les traemos una nueva entrevista de otra integrante de I.D.E.a. Camila Araya, conozcamos un poco más de ella.

1. ¿A qué edad empezaste a bailar? y ¿Qué partiste bailando?

Por lo que recuerdo... partí bailando como a los 4 años en mi casa... en cada rincón… bailaba y cantaba todo lo que se me cruzara frente a la vida. Era feliz.

Creo que en algún momento como a los 6 años vi un ballet por televisión y quedé ¡¡¡enamorada!!! Les rogaba a mis papás que me llevaran a alguna escuela a bailar... pero no me creyeron...No fue hasta como los 9 años, que durante un verano, una prima que estaba obsesionada con los ritmos de moda como: "el apretadito", "la botella",.. etc. me enseñó millones de coreografías, a las que yo me rehusaba a bailar, porque decía que eso ¡¡no era danza!! Porque yo quería bailar ballet, pero que en el fondo me encantaban y lo pasaba ¡¡chancho!!

Amé mover mi cuerpo de mil formas, dejarme llevar e inventar, ¡gozar la danza! y nada más rico que hacerlo con ritmos tan pegadizos. Sin embargo, mi pasión realmente era el ballet, por lo que desde ahí con mayor razón seguí bailando en los rincones de mi casa. Hasta que finalmente, cuando tenía 11 años, entré a la primera academia de ballet en la comuna de Puente Alto. Era una casona muuuy vieja, yo iba a ballet y mi hermano menor a piano. ¡¡Amé cada clase!! Y no entendía cómo es que las demás niñas no estaban tan motivadas como yo.

Al año siguiente la mayoría de las niñas dejaron la academia, la profesora nos dejó y la escuela se cambió a otro lugar, pero de todas formas seguí bailando sola, era la única estudiante y la sala tenía piso de alfombra... (Se imaginarán como era eso...), para rematar... la profesora que consiguieron estaba tremendamente embarazada… Como de 8 meses, y la pobre ¡¡no se veía ni los pies!!! Fue chistoso.... pero nada me hizo parar... luego deambule por otras academias de Ñuñoa y La Florida, fui cheerleader en el colegio y participé de un grupo folklórico, hasta que llegué finalmente a la universidad.

2. ¿Cómo fue tu acercamiento con la danza?

Como decía anteriormente... no sé... fue algo casi innato... siempre lo quise... siempre me movió...

Yo creo que mi padre es gran culpable de ello. En sus tiempos mozos él fue cantante, la estrella de su banda musical en Coquimbo, "Los Masari", y crecí escuchándolo cantar. Recuerdo que tenía todos los equipos habidos y por haber, y que cantaba muy fuerte con su micrófono y yo... ¡¡lo odiaba!! O sea... lo amaba... pero no había quien lo parara... no podíamos ver la tele o hablar entre nosotros por la música tan alta. Todas las mañanas despertábamos con Phil Collins. Mi papá nos compraba todos los cds de las películas de Disney y eso nos dio el pie, a mi hermano Matías y mi primo Hugo, para que cada verano inventáramos coreografías, shows musicales, obras de teatro, títeres y guiones de telenovelas (en lo que mi primo era experto). Amábamos un cassette de Aladdin que relataba este cuento infantil y nosotros realizábamos la mímica de lo que acontecía.

Como decía... siempre quise estudiar ballet, pero ello no era algo que estuviese tan a la mano de nuestra familia, soy nacida y criada en Puente alto, y no eran muchas las opciones, por ello, me hacía chupete los cds de compilados de música clásica que luego fue comprando mi papá.

Recuerdo que mi primer amor con la música clásica fue "Sonata Claro de luna" de Beethoveen, improvisaba sola en mi habitación, bailaba en un espacio de 2x2 pero volaba por arriba de la cama, el velador, y los peluches.

3. Tú estudiaste la carrera de danza en el Espiral ¿Cómo fue tu formación ahí y qué destacas de todo lo que aprendiste?

Fue bkn... fue gracioso como llegué allí... el destino, creo yo…siempre pimponeé de una academia a otra, y nunca he sido muy culta o instruida con respecto a música, compositores, arte y cultura, menos con respecto a lo que acontecía en mi país, ni siquiera con respecto a la danza, era muy niña también.... y como les decía, mi familia no era cuna de artistas, y mi entorno tampoco, por ende mi única opción para estudiar danza era la Universidad de Chile, no conocía otra. El punto es que no quedé en la u, y ¡¡¡fue terrible!!! Me recuerdo deambulando por Santiago sin saber qué hacer... ¡mi vida se había acabado! era todo lo que siempre había soñado y no podía tenerlo, me acuerdo que fui hasta al municipal a preguntar para ver si había alguna opción de al menos tomar clases, y ahí obviamente me miraron con cara de desprecio y me dijeron que era demasiado vieja (tenía 17 años). Entre tanto deambular llorando, recordé a un profesor de filosofía que me había hablado de la escuela Espiral. Corrí a buscar información, una vez allí ¡me enamoré! era como estar en casa, me sentí tan acogida, y es que allí realmente se vivía el arte, se respiraba, se comía... hasta la cocina era un mundo, todo me envolvió.

Ese día de la audición fue la primera vez que tomaba una clase de moderno, yo siempre me había negado a tomar otra clase que no fuese ballet, ya que ante mi ignorancia, pensaba que se referían a los ritmos televisivos... en fin...

El punto es que tome dicha clase y terminé enamorándome por completo de la danza moderna, y es que ¡¡había tanta pasión ahí!! Ufff fue realmente bkn, hay un trabajo muy minucioso de la danza moderna, el entendimiento de la coréutica, de la eukinética, empezar moviendo el cuerpo desde lo mínimo... mucha reflexión... mucha experimentación para llegar finalmente a 4to a moverse en las clases del grande de Raymond Hilbert… mucho, mucho flujo, potencia, vitalidad, energía, sus clases eran pura danza.

Él y tantos otros profesores que aportaron a mi formación como bailarina, nunca fui regalona de ninguno, y quizá era bien pasadita para reconocer todo lo que me enseñaron, pero les agradezco enormemente, a Yasna Vergara, Rodrigo Fernández, Valentina Pavez y a Raymond, son unos profesionales dedicados y apasionados, definitivamente saben lo que hacen.

4. ¿Qué te aportó tu formación en el Espiral a tu desarrollo como intérprete?

Resumiendo... me enamoré de la danza moderna y descubrí mil posibilidades en las que mi cuerpo se puede mover. Mi cuerpo despertó en este lugar.

5. ¿Cuándo ingresaste a la compañía idea y por qué? ¿Tuviste otras compañías en mente?

Entré a la compañía IDEa en marzo de 2013, en realidad... yo solo quería bailar... ¡¡¡estaba dispuesta a todo!!! nunca tuve en mente grandes compañías como el BANCH, porque eran lugares que según yo, no estaban al alcance de mi proceso como bailarina, por ende siempre me mentalicé en ser parte de algún colectivo, de generar algún proyecto independiente, sin embargo se presentó la oportunidad de entrar a IDEa. No sabía mucho, no conocía a Beatriz, solo las había visto bailar una vez para el día de la danza.

Después me di cuenta de la tremenda mujer que dirige esta compañía, y de todo el trabajo maravilloso que se ha hecho durante años al interior de este grupo.

Cuando la conocí, yo ya la estaba esperando en gogol, pregunté por ella y ella llegó desesperada corriendo, ella venía a la hora, yo estaba adelantada, sin embargo su mayor preocupación era no estar tarde.

6. ¿Cómo fue tu primera experiencia como intérprete de idea?

La compañía IDEa, es una de las compañías que tiene un proceso de audición de los más duros que he visto. Todas entran, como dijo nuestra amada Beatriz en algún festival; ella recibe, a l@s guaton@s, sin empeine y poco talentos@s (a los ojos del estereotipado mundo de la danza) pero poc@s se quedan...

Yo llegué con alrededor de otras 20 bailarinas... por lo bajo... y hasta la fecha solo quedamos dos de esa camada, porque el trabajo al interior es realmente arduo, se baila todos los días desde las 9 hasta las 14 hora, hasta los sábados sin remuneración económica, y ella es seca metiéndote el dedo en la llaga. REALMENTE no existe el no puedo, odia que uno llegue tarde y que se vaya a la hora, pero ha sido una de las experiencias más bellísimas de mi vida. Aquí me he descubierto, me he encontrado con la bailarina, con la mujer, con la madre, sintiente y pensante, todo gracias a la inagotable persistencia de la Bea. Ella te obliga a ver la danza en cada rincón y más importante que ello, te obliga a verla dentro de ti, y vivir la danza, exponerse así ante la audiencia es crudo. Mostrar quien eres, conocer quién eres.

7. ¿Qué dificultades has tenido en tu proceso en la danza y dentro de la compañía?

Creo que la mayor dificultad es el Ego, el vivir pensando en lo que el otro puede pensar, en el juicio de valor, en si la otra es más o menos seca que tú, y esto es realmente heavy y paradójico, ya que la danza es un arte escénico, o sea...nos estamos exhibiendo constantemente y es obvio que siempre existe algún juicio con respecto a lo que se ve. No obstante, creo que despojarme de esa necesidad de ser aceptada me ha ayudado a vivir la danza en mayor plenitud, ahora puedo decir que ¡la gozo enormemente!

Por otro lado enfrentarte a las propias expectativas también es duro, soñarse toda la vida cumpliendo otros objetivos, soñar que tu cuerpo es distinto al que tienes, que tus capacidades corporales son otras y ver que en el presente, no cumples con esos cánones, te desmoraliza, pero también te hace más perseverante. Yo no cumplo con esos cánones, pero ello no me impide seguir bailando, ello no ha apagado el fuego, y en realidad he visto otra danza, si es que se puede decir así... la danza del alma, esa danza que te conmueve no por las destrezas físicas, sino por toda el alma depositada ahí, uno aprende a valorar el recorrido de la gota de sudor cayendo.

8. ¿Hay alguna coreografía que sea tu favorita del repertorio de la compañía idea? ¿Por qué?

Mi favorita creo que siempre será Torre de H2O, de Francisca Silva, no sabría explicar por qué, pero creo que es porque fue la primera vez que me enamoré de una obra, fue la primera obra de IDEa que bailé, y ello tiene que ver con que se me permitió conocerla desde el origen, ser parte de ella, poder crear sin juicios, todo esto sumado a la posibilidad de experimentar en un entorno privilegiado, como lo es ciudad abierta. Sentir el sol en el rostro, el aire corriendo, dormir todas juntas en sacos, pelearnos, desayunar juntos, fue bello, muy, muy bello. Mi parte preferida son los pajaritos. Yo sé que Micky odia los afro movimientos que surgieron, pero a mí me encantaban..."ti-ti-ti".

La verdad es que uno se va enamorando de todas las obras de las que es parte, Hay que caminar soñando también es preciosa, sutil...haber tenido la oportunidad de escuchar, de ser parte de esa tragedia de la escucha... ufff... estar de pie en esa silla eternidades, y que la vida se te mostrara una y mil veces, precioso.

Por último TUL, fue el encuentro conmigo misma, plasmar la tragedia, mi hijo, mi madre, mi niña. El dúo con la Dani fue notable, mi justicia, el pilar en medio de todas las turbulencias que acontecían en mi vida dancística y personal, que son la misma en realidad y terminar despojada de todo, cubierta sólo por ese tul aún me emociona.

9. Dentro de unos meses te irás a continuar tu formación como pedagoga en danza en Palucca, Alemania, cuéntanos sobre tus motivaciones, cómo esperas que aporte a tu carrera como intérprete y profesora en danza

¡Ayyy! pero si aún no me voy a estudiar, todavía no soy aceptada del todo, pero digamos que estoy en un proceso de selección en la universidad, quedé en la primera parte, y ahora me queda la audición presencial en Palucca.

Bueno....mis motivaciones son seguir aprendiendo, nutriéndome. Si bien, la malla académica del máster es bien parecida a los ramos que tuve en la Universidad Academia de Humanismo Cristiano, creo que el solo hecho de atreverme a viajar, de ir a un país tan distinto, tan lejano, ya es todo un aprendizaje en sí.

Es curioso cómo llegó la idea de continuar mis estudios en esta maravillosa universidad, pero el punto es que cuando lo hizo, sentí una cercanía con la escuela. Yo no la conozco presencialmente, pero el hecho de que Patricio Bunster haya trabajado tantos años ahí, y que uno de mis ex profesores en la universidad se haya formado en Palucca, me da la certeza de que es una escuela con un perfil educativo en el que creo. Además de toda la trayectoria y prestigio que posee la universidad.

Por otro lado, este país y esta universidad en concreto, nos muestran otra realidad con respecto a la danza, aquí la mayoría de los estudiantes partieron sus carreras a las 6 años, se internaron en la escuela para conseguir ser los bailarines que son hoy en día, una realidad muy lejana en nuestro Chile querido, por ende salta a la vista todo el aporte que será para mi formación como profesional. En definitiva, independiente de que quede o no en el programa educativo, creo que es toda una experiencia, un aporte a mi alma, por ende a mí como intérprete y como pedagoga.

10. ¿Qué significa para ti la danza?

¡¡¡Todo lo dicho anteriormente!!! FIN... Jajaja Bueno... es esto realmente... ¡¡¡vida!! Lucha interna y externa, compartir, sororidad, hermandad, atreverse y no soltarlo, moverse. Como dijo Pina... "bailemos, bailemos, sino estamos perdidos"

La danza ha sido una forma de encontrarme un poquito cada día.